Boletín: 060-2025
Bogotá, D.C., 24 de octubre de 2025. El Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI presentó los resultados de un estudio técnico sobre vulnerabilidad y riesgo climático en la cuenca del río Caquetá. Este análisis hace parte de las investigaciones que se desarrollan para generar información científica que apoye la planificación territorial y el manejo sostenible de los ecosistemas amazónicos.
El estudio identificó que cuatro subzonas hidrográficas —río Mecaya, Alto Caquetá, río Orteguaza y río Pescado— tienen índices de riesgo que van de alto a muy alto frente a eventos climáticos como lluvias extremas o aumentos de temperatura. Estas zonas incluyen 31 resguardos indígenas y abarcan una docena de municipios amazónicos.
Dentro de los resultados se muestran índices de riesgo altos y muy altos al cambio climático en las partes altas de la cuenca del río Caquetá, a partir del análisis de los cambios proyectados en las precipitaciones y la temperatura, y su relación con un conjunto de variables sociales, biológicas y del ecosistema. El estudio también identificó una relación directa entre el porcentaje de áreas naturales transformadas y el aumento de los índices de riesgo climático en los departamentos de Caquetá y Putumayo.
Las subzonas identificadas representan el 20,3 % de la cuenca del río Caquetá y son consideradas estratégicas para la región. Su importancia radica en que conectan los Andes con la Amazonía, facilitan la circulación de biodiversidad y contribuyen a la estabilidad hídrica del país mediante el fenómeno conocido como “ríos voladores”, clave para la regulación del clima.
“Estos resultados son muy importantes porque confirman los beneficios de mantener en una alta porción del territorio con ecosistemas conservados como los bosques y humedales, debido a que reducen el índice del riesgo por cambio climático en los socioecosistemas amazónicos”, señaló Maolenmarx Tatiana Garzón, investigadora del Instituto SINCHI.
Según los resultados, las subzonas hidrográficas del río Mecaya presentan un riesgo alto y las subzonas de Alto Caquetá, río Orteguaza y río Pescado presentan un riesgo climático muy alto si se mantienen las actuales trayectorias de cambio climático, dinámicas de uso y transformación del territorio. Esta situación se agrava por el incremento en la frecuencia de eventos extremos, olas de calor, sequías, y lluvias más intensas en cortos periodos de tiempo, así como la pérdida acelerada de coberturas naturales —como bosques y humedales— que están siendo reemplazadas por pastos y cultivos
“El desarrollo socioeconómico del territorio debe ser sostenible. El riesgo climático está estrechamente relacionado con las decisiones sobre el uso del suelo: al transformar bosques en pasturas se pierde resiliencia y se incrementa la vulnerabilidad. Si a eso se suma una baja adaptación de las comunidades, el riesgo frente a sequías e inundaciones seguirá creciendo”, señaló Maolenmarx Tatiana Garzón, investigadora del Instituto SINCHI.
Las poblaciones más expuestas en Caquetá son: Florencia, Albania, Belén de Los Andaquíes, Milán, Morelia, El Paujil, San José del Fragua y Valparaíso. En Putumayo: Mocoa, Puerto Guzmán y Villa Garzón, y en Cauca el Municipio de Piamonte. Allí, el cambio climático podría generar afectaciones directas a viviendas, cultivos, vías e infraestructura básica.
Este nuevo estudio da continuidad a investigaciones previas realizadas por el Instituto SINCHI en 2020 y otras entidades. Mientras que en 2017 algunas zonas de Caquetá registraban niveles de riesgo medio o alto asociados a la seguridad alimentaria y la presión sobre el recurso hídrico, la evidencia actual muestra un agravamiento de las condiciones, con una mayor exposición a fenómenos extremos.
En el marco de la línea de investigación de cambio climático del Instituto, un estudio evaluó el riesgo hidrometeorológico en la cuenca del río Hacha, que atraviesa el casco urbano del municipio de Florencia, encontró que hasta 241 hectáreas podrían inundarse en caso de lluvias extremas. El estudio analizó el comportamiento de las lluvias en la cuenca del río Hacha, y encontró que hay una probabilidad del 1 % cada año de que suceda este tipo de eventos de inundación, provocada por lluvias torrenciales sobre el municipio”. De esas, 241, 106 hectáreas se encuentran en el área urbana, lo que pone en riesgo sectores residenciales y servicios esenciales. Eventos de precipitación extrema —como lluvias de hasta 185,8 mm en solo 15 minutos— podrían generar caudales superiores a 123 m³/s, causando desbordamientos y afectaciones significativas
Estos análisis en su conjunto ayudan a comprender los efectos del cambio climático y de los cambios en el uso del suelo en el territorio, debido a que las áreas con mayor transformación y presión sobre los ecosistemas presentan los niveles más altos de riesgo, mientras que los territorios con mayor cobertura boscosa mantienen una mayor capacidad de resiliencia ante los impactos climáticos. La ausencia de áreas protegidas y la presión sobre humedales y fuentes hídricas intensifican aún más la vulnerabilidad.
El Instituto destaca que los resultados de estos estudios ya están siendo utilizados para la toma de decisiones en el territorio. Los análisis técnicos del SINCHI han sido insumo para la formulación del Plan Integral de Gestión del Cambio Climático del Caquetá (PIGCCT) y actualmente contribuyen a la priorización de más de 12.000 hectáreas para procesos de restauración ecológica, en coordinación con autoridades locales y comunidades. Asimismo, se desarrollan acciones orientadas a fortalecer capacidades en agroecología y bioeconomía, con el objetivo de mejorar la competitividad, productividad y resiliencia de los sistemas productivos del departamento.
“Estas acciones en su conjunto permiten favorecer la transición del departamento hacia un territorio más resiliente, con mayor capacidad de adaptación frente a los desafíos y riesgos que impone el cambio climático”, agregó Maolenmarx Tatiana Garzón, investigadora del Instituto SINCHI.
Las proyecciones del estudio son claras: si no se adoptan medidas urgentes en la próxima década, el riesgo climático en Caquetá aumentará significativamente, con temperaturas más altas, lluvias más concentradas y mayor presión sobre las zonas habitadas y los ecosistemas esenciales para la vida.
Este estudio reafirma la importancia de contar con información técnica, pública y oportuna, en línea con el Acuerdo de Escazú, garantizando el derecho de las comunidades a conocer el estado ambiental de sus territorios y a participar en las decisiones que definen su futuro.
Recomendaciones del Instituto SINCHI para reducir el riesgo climático en Caquetá:
Avanzar en la implementación del Plan Integral de Gestión del Cambio Climático Territorial PIGCCT del Caquetá, fortaleciendo la gobernanza ambiental y la planificación territorial.