Para el río Amazonas, desde la línea base constituida en el año 2000 hasta la presente actualización del indicador, se mantiene una evolución global que es negativamente muy alta, para el volumen de pescado monitoreado: 75% por debajo de los tamaños de referencia.

Frente al bienio anterior (2021-2022), el indicador presentó un aumento considerable de 9.8%, reiterándose el comportamiento alarmante para varias especies. Particularmente muestra la recurrencia de la captura por debajo de talla reglamentaria en baboso (Brachyplatystoma platynemum), lechero (B. filamentosum), amarillo (Zungaro zungaro), dorado (B. rousseauxii) y pintadillos (Pseudoplatystoma spp.) lo que evidencia una sobrepesca por crecimiento para estas especies.

En el caso de la cuenca del río Putumayo, el indicador presentó una reducción del 11.8% pasando de riesgo alto a riesgo medio, sin embargo, este comportamiento está influenciado por los volúmenes desembarcados para simí (Calophysus macropterus) y camiseto (B. juruense), los cuales aportan el 71% de la muestra de ejemplares evaluados.

A lo largo de dos décadas de seguimiento, el indicador refiere una pesquería que desembarca y comercializa bagres en una proporción importante por debajo de los tamaños de referencia. Es decir, una calificación de riesgo medio en términos generales. A nivel de especies, importante anotar un IDTm de riesgo muy alto para el amarillo (Zungaro zungaro) y el lechero (B. filamentosum) y riesgo alto para el pintadillo rayado (Pseudoplatystoma punctifer).

El indicador de tamaño de captura calculado por el Instituto SINCHI para bagres presenta un comportamiento de riesgo medio a muy alto a lo largo de todo el periodo monitoreado 2000-2024, particularmente registra la recurrencia de una labor de pesca por debajo de talla reglamentaria en peces apetecidos en la alimentación regional y que son de alto interés en el comercio nacional de pescado. En ese sentido, es importante indicar la necesidad de revisar y actualizar las longitudes reglamentarias para la Amazonia a nivel de subcuencas, como el redoblar esfuerzos de sensibilización y educación ambiental en torno al ciclo biológico y tamaños de reproducción de las especies de alto interés comercial, sumado a la participación de los actores de la pesca a nivel regional y local y el fortalecimiento de la institucionalidad encargada del control y vigilancia, para reducir la calificación de riesgo de sobrepesca por crecimiento sobre estos recursos naturales.
Ahora bien, en razón a la dificultad que existe en la Amazonia para mantener a lo largo del tiempo el registro de variables biológicas que mejoren la certidumbre de las estimaciones y cálculos para orientar la gestión pesquera, se debe considerar en las ocasiones que corresponda el principio precautorio como una forma de mantener una actitud más preventiva ante posibles riesgos que comprometan el recurso.
La implementación del principio de precaución combina los puntos de referencia con los puntos de referencia límite, o puntos de referencia umbral, que no pueden ser superados, basado en que la biomasa de la población reproductora debe mantenerse a un nivel razonable, se debe evitar la captura de inmaduros y juveniles, además, la mortalidad por pesca debe mantenerse por debajo de la mortalidad natural, como también, tener en cuenta el análisis del ecosistema en la gestión pesquera (Caddy & Mahon 1996).