Diálogo e innovación para la transformación: las transiciones agroecológicas serán posibles en el Meta y Caquetá

Por : Instituto SINCHI

Fecha: 31 Agosto 2022

31 de agosto de 2022. Meta, Colombia. Los retos actuales frente a la mitigación del cambio climático y el trabajo alrededor de la agricultura, como un campo para la implementación de prácticas que contribuyan al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), han propuesto a la agroecología como un enfoque, que coexiste en su naturaleza como ciencia, movimiento social y práctica, para la producción, proceso y consumo de alimentos en el que se incluyen intereses sobre aspectos sociales, ambientales y económicos. Luz Mery, Edwin, Yaneth, Iván, Albeiro, Everardo y su esposa Doris, hacen parte de los 4.182 beneficiarios que hoy contribuyen con sus esfuerzos, aunados entre productores y científicos, a la transferencia de conocimientos, diálogo de saberes y plataformas de co-innovación para el fortalecimiento de capacidades que contribuyan al desarrollo y adopción de innovaciones en agroecología y bioeconomía (AEBE) en sur del Meta, el Chocó y el Caquetá.

Con dos hectáreas de tierra a su disposición, Everardo Álvarez, dueño y productor de la finca “Los Abarcos” en la vereda La Argentina, se ha propuesto trabajar, junto a su esposa Doris y sus dos hijos, en la implementación de iniciativas agroecológicas a través de una propuesta agroforestal que incluye la siembra de cacao, plátano y maíz, estos dos últimos, asociados al sombrío transitorio y permanente, “personalmente, cuando iniciamos las transiciones agroecológicas, lo hicimos porque como productores, si no innovamos, estamos mandados a recoger. La forma tradicional de producción no es rentable en este momento y eso nos llevó a pensar en nuevas formas de hacerlo. Además, al tener un terreno tan reducido, tuvimos que buscar cuál era realmente la línea productiva que más se acomodaba a lo que teníamos y, a su vez, nos permitiera apostarle a la sostenibilidad. La problemática ambiental que tenemos nos motiva a pensar en formas de producción que nos ayuden a mantener el negocio que sostiene a la familia y contribuyan a la mitigación de la crisis climática que afronta el mundo”, explica Álvarez.

Esfuerzos como estos en la implementación de iniciativas agroecológicas fueron uno de los factores que les permitieron a los investigadores del equipo técnico ABRIGUE seleccionar esta y otras tres fincas por intervenir en el marco de la visita a territorio para la aplicación de la Herramienta para Evaluación de Desempeño Agroecológico o metodología TAPE (por sus siglas en inglés: Tool for Agroecology Performance Evaluation), propuesta dentro de la Agenda de Trabajo Caracterización de la Transición y Desempeño Agroecológico – TAPE, desarrollada en las ciudades de Bogotá, Meta y Caquetá. Como objetivo, la agenda se centró en la adopción de conocimientos, por parte de los investigadores, para contribuir al fortalecimiento conceptual y metodológico en el fomento y la evaluación de transiciones agroecológicas; y la generación de un espacio de discusión para la preparación de la herramienta TAPE y el análisis conjunto sobre la aplicación en territorio.


Foto 1: Copoazú (Theobroma grandiflorum)Foto 2: Mesetas, Meta Fotos: Valentina Ruiz


Los predios y asociaciones mapeados para la ejecución de esta agenda, fueron seleccionados por su actividad productora en la cadena de lácteos, café y cacao, como es el caso de la finca “La Bendición”, en la vereda La Marina, y las fincas “Las Rosas” de Luz Mery y “San Diego” de Yaneth, mujeres miembros de la Asociación de Damas Lecheras - ASODALE en la vereda La Argentina, con quienes se socializó el instrumento TAPE y se propuso un escenario de diálogo y retroalimentación sobre sus contextos y necesidades. En Caquetá, Carlos Hernando Rodríguez, coordinador del Proyecto ABRIGUE e investigador del Instituto SINCHI, lideró junto a miembros del equipo CIRAD, la visita a la Asociación de Productores Agropecuarios de San José del Fragua (ASOAGROFRAN) y a la Asociación de Copoazú de Belén de los Andaquíes (ACBA), con el objetivo de promover plataformas para la co-innovación en agroecología y bioeconomía, específicas de sus labores productivas en las cadenas de lácteos y copoazú, respectivamente.

A través de diez elementos, el instrumento TAPE se propone como un mecanismo para la identificación y caracterización de fincas o comunidades que estén haciendo agroecología o se encuentren en transición de esta. Su uso permitirá analizar el desempeño agroecológico de unidades productivas de diversas escalas, en términos de algunos objetivos que se relacionan con los ODS, como por ejemplo la generación de empleo, la adaptación al cambio climático, la reducción de la huella de carbono, el mejoramiento en la producción de alimentos y el empoderamiento de las mujeres. Con este instrumento se busca dimensionar diferentes variables involucradas en los sistemas de producción agroecológica, como es la caracterización de contextos sociales, económicos, ambientales, sanitarios y de gobernanza.

“El método, al utilizar índices simples, permitirá generar una especie de acuerdo entre los diferentes actores involucrados en la evaluación y, a su vez, establecer indicadores que les permita a los productores evaluarse a ellos mismos. Creemos que es una herramienta que, más allá de servir para monitorear este proyecto, puede quedar en la comunidad para su propia autogestión y autoevaluación. La ambición a largo plazo es que estos diez indicadores puedan servir para un sistema de certificación agroecológica y bioeconómica sobre la base de un sistema de garantías participativas”, explicó Pablo Tittonell, Investigador del Centre de coopération internationale en recherche agronomique pour le développement (CIRAD) de Francia, y líder de la capacitación sobre aspectos teóricos del instrumento TAPE para ABRIGUE.

En ese sentido, el Proyecto ABRIGUE traza como uno de sus mecanismos propiciar plataformas de co-innovación por medio del diálogo de saberes, en los que sea posible articular los intereses y conocimientos de los diferentes actores partícipes, para promover, evaluar y fortalecer las capacidades para las transiciones agroecológicas, como parte fundamental del objetivo de desarrollo y adopción de innovaciones AEBE en los territorios de incidencia.

Martha Bolaños, investigadora de AGROSAVIA, destacó la importancia del diálogo y trabajo conjunto entre científicos y beneficiarios para el desarrollo de proyecto: “todas estas tecnologías y transiciones se tienen que dar desde las particularidades de los territorios y las necesidades de los productores. Por supuesto, con todo el respaldo y desarrollo de instituciones como AGROSAVIA, el CIRAD, el Instituto SINCHI y la UTCh, pero siempre desde la mirada local, desde lo que la comunidad requiere y desde lo que ellos plantean. La investigación participativa es fundamental”.

Foto 1: Mery Luz (Derecha) en conversación con equipo técnico ABRIGUE (CIRAD y AGROSAVIA), Foto 2: Mery Luz, integrante de ASODALE (Izquierda) – William Cardona, Investigador de AGROSAVIA, Fotos: Valentina Ruiz

A través de la Iniciativa DeSIRA de la Unión Europea y su financiación, que tiene como objetivo poder contribuir a la transformación sostenible, productiva y relevante para el clima de la agricultura y los sistemas alimentarios en países de ingresos bajos y medios, el Proyecto ABRIGUE se consolida como líder en la región colindante entre la Orinoquía y la Amazonía, con el uso del instrumento TAPE y la apuesta por desarrollar innovaciones AEBE en el país. El trabajo cooperante interinstitucional, es fundamental para su implementación, tal como lo afirma Luz Marina Mantilla, directora general del Instituto SINCHI, coordinador nacional de la acción: ABRIGUE es la primera iniciativa, a nivel internacional, que vincula la agroecología y la bioeconomía para lograr hacer una transición hacia las economías verdes, e incursiona en alcanzar de manera definitiva la seguridad alimentaria a través de los mercados asociados a esta. ¿Cómo podemos lograrlo?, A través de la articulación transversal de tres actores importantes en el país: el Ministerio de Ambiente a través del Instituto SINCHI, el Ministerio de Agricultura cuyo representante es AGROSAVIA y el Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación, quien siendo cosolicitante, ha hecho un aporte para el tema de política en ciencia y tecnología desde la base territorial, realmente incluyente con las poblaciones”.

Apostándole al diálogo como herramienta constructiva y fundamental en el desarrollo de los procesos de transformación, ABRIGUE busca contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores, al cumplimiento de metas NDC de Colombia, a la reducción la deforestación, y a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad en zonas de frontera forestal y marina; usuarios agrícolas, forestales, ganaderos, pescadores artesanales, sus asociaciones y organizaciones, incluidas poblaciones afrodescendientes, serán los beneficiarios. Sin duda, la participación activa de quienes tienen en sus manos la posibilidad del cambio, dará lugar a mejores estrategias de trabajo propias del entorno, que contribuyan a la formación de líderes en la adopción de mejores prácticas productivas en los territorios decisivos para la mitigación del cambio climático. 


Sobre ABRIGUE

El Proyecto ABRIGUE: fortalecimiento que transforma, financiado a través de la Iniciativa DeSIRA de la Unión Europea, busca contribuir a la adaptación al cambio climático de comunidades rurales por medio del desarrollo e implementación de agroecología y bioeconomía circular en territorios prioritarios de frontera forestal y marina, y aportar a la reducción de la deforestación con un enfoque multiescala y multi-actor que fomente la creación de capacidades, investigación, cooperación y política. Durante su ejecución, ABRIGUE concentrará sus esfuerzos en el fomento de la innovación regional para el mejoramiento de producción agroecológica, el fortalecimiento de capacidades de los productores y sus organizaciones locales, el mejoramiento de cadenas de valor en cuanto a rentabilidad, resiliencia frente al cambio climático y su huella de carbono, y el desarrollo de capacidades, gobernanza y marco político al nivel nacional y regional; beneficiando a 4.182 familias rurales de los departamentos de Chocó, Meta y Caquetá.

Sobre el Instrumento TAPE

La Herramienta para Evaluación de Desempeño Agroecológico o metodología TAPE (por sus siglas en inglés: Tool for Agroecology Performance Evaluation), es un instrumento desarrollado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) para el análisis del desempeño agroecológico de unidades productivas de diversas escalas. Con ella se busca dimensionar diferentes variables involucradas en los sistemas de producción agroecológica, como es la caracterización de contextos sociales, económicos, ambientales, sanitarios y de gobernanza. Para ello, el instrumento utiliza diez elementos a través de los cuales define la agroecología: reciclaje, eficiencia, diversidad, sinergias, valores humanos y sociales, cultura y comida tradicional, co-creación e intercambio de conocimiento, resiliencia, circularidad y economía solidaria, gobernanza responsable.


PRENSA

Valentina Ruiz Niño

Comunicadora del Proyecto ABRIGUE: fortalecimiento que transforma

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